Época de la conquista
La consolidación de la conquista española introdujo usos y hábitos para el intercambio comercial interno y externo y teniendo los peninsulares la costumbre del uso de la moneda metálica, sus autoridades autorizaron el uso de monedas para sus operaciones comerciales y otros fines.
Producto de la invasión española, se desarrollaron en Guatemala los fenómenos económicos y sociales que entre otros, se describen a continuación: esclavitud, repartimientos y encomiendas, conservación de ciertas organizaciones políticas prehispánicas con fines económicos, nuevas leyes económicas, aparecimiento de los artesanos, el comercio marítimo, la Real Hacienda con sus tributos, impuestos, diezmos, administración fiscal, ordenanzas y aranceles, concentraciones demográficas de la población, el mestizaje y otros.
El reino de Guatemala no fue de mayor importancia económica para la corona, debido a que no representó un flujo comercial de explotación minera; la mayoría de productos exportados fueron de orden agrícola (añil y grana) y madera. Algunos historiadores ubican los sitios de las minas de plata en Petapa, Chinautla y Cuajiniquilapa (Barberena) Petén, Verapaz, Utatlán, Atitlán, Nebaj, Joyabaj, San Juan y San Pedro Sacatepéquez, Sacapulas, Sumpango y Copán.
En todas las actividades señaladas, de hecho, hubo intercambio de valores comerciales en sus diferentes modalidades, por lo que el oro de minas y la plata acuñada por los españoles, fue la moneda más preciada aunque no la más corriente por la falta de moneda metálica, circunstancia que se prolongó desde la conquista hasta varios años después de la vida independiente.
El oro que fue para los aborígenes una mercancía con valor similar a las telas de algodón y las plumas de quetzal, se tornó de improviso en la mercancía de más valor representativo, así mismo la plata; sin embargo, éstos, seguían usando sus valores comerciales como moneda, por lo que el Cabildo en fecha 19 de febrero de 1529 mandó a los artesanos “recibir la moneda corriente de la tierra, como es ropa, cacao, plumas y otras cosas de valor, so pena de perder el trabajo y cierta cantidad de pesos en oro”.
La conquista desde el aspecto económico ya que tiene una función comercial y política, en la cual personas particulares firman un contrato con la corona española llamado Capitulación. Por una parte, unos ponen el capital y los otros, los instrumentos legales para el éxito de esta empresa, entre los cuales surge el Requerimiento, Documento para someter a los indígenas mediante algunas alternativas, los gastos y las ganancias salían de los sometidos y se da lugar al repartimiento de utilidades. La corona se minimizo gastos de esa manera que hubiesen hecho la conquista como empresa estatal, el sistema de la colonización, dio privilegios, fue un expediente bastante inteligente que realizo la conquista sin gastar ni un centavo a la monarquía, esto despertó la contradicción entre el interés de la colonia y los intereses de los colonizadores.
Los viajes de la conquista son absorbidos por las empresas privadas, la corona española autoriza quien puede cubrir los gastos. De que otra forma hubiese sido realizada la conquista, y que lanzamientos hubiera tenido, para hacer la significación de que se haya hecho como empresa privada. Las capitulaciones, que fueron y que compromisos como principal que contraían en ellos los conquistadores. Eran derechos legales y lo que se compromete ante la corona un capitán de conquista, que es alguien de confianza del rey, eran: realizar todo en nombre de la corona española, poblar, cristianizar, y cumplir con el quinto real. Actuar solo en el nombre de la monarquía; La corona española no da la autorización o no aprueba los vejámenes (maltrato o humillación) que se hacen en su nombre, pero tiene que aguantarlos, porque la esclavización de los indígenas es principal de la conquista, así como asociación e interacción de conquistadores y nativos para la implantación del imperio.
Poblar; No hay que asustar a los indígenas, si no hacer que vengan y agruparlos en pueblos calmados en donde se facilite la tribulación y afirmar su dominio sobre las tierras indias. Expansión, Burguesía.
Los viajes del descubrimiento respondían a los intereses de la burguesía puesto que era la oportunidad de ampliar sus mercados y de encontrar rutas y centros de aprovisionamiento. Las clases nobles, por su parte, estaban también interesadas en la expansión. Se trataba de una oportunidad de aumentar sus tierras y con ello sus ingresos. Mientras los nobles de otros países podían realizar la expansión en territorios cercanos a su origen, utilizando caballos en vez de barcos, en Portugal, debido a su geografía, no había otra opción que la de ultramar. La escasez de tierras era apremiante en el caso de los hijos menores de la nobleza, los segundones que sufrían la "amenaza de desclasamiento". La conquista de América fue para algunos de los que en ella participaron una continuación de la reconquista medieval, en el sentido de una aventura militar que proveía el enriquecimiento mediante el botín y la ocupación de tierras. Los primeros conquistadores encontraron en América la oportunidad de llegar a ser nobles; buscaban obtener al menos un título de hidalguía.
El hidalgo pertenecía a la parte inferior de la pirámide social noble, pero, así no fuese muy rico, disfrutaba de los privilegios de la nobleza. Otros hechos, además de los mencionados, contribuyen a explicar el porqué de la búsqueda de oro. No es una exageración afirmar que para la época de los descubrimientos, el oro era estimado como una de las máximas expresiones de prestigio y riqueza material. La coyuntura económica. La recuperación económica que vivía Europa después de la segunda mitad del XV hizo disminuir el conjunto de precios con respecto al oro, de ahí que la búsqueda de este último resultase ventajosa. La investigación sobre el movimiento de los precios permite concluir que éstos bajaron entre 1450 y 1500, es decir que en la segunda mitad del siglo XV los hombres que disponían de oro compraban cada vez más mercancías. En estas circunstancias era natural que existiese afán por encontrar oro.
Las manipulaciones monetarias por parte de los monarcas pueden interpretarse como un testimonio de la escasez de oro. Se acuñaban monedas menos pesadas, con menos metal, pero con el mismo valor, o se mantenían las mismas piezas (el mismo peso y la misma ley) pero aumentando su valor nominal. Las prohibiciones que buscaban evitar las exportaciones de los metales preciosos de reinos y ciudades y las normas anti suntuarias son también evidencias del afán de los monarcas y de los gobiernos de las ciudades por controlar el mercado del oro y la plata. Las reglamentaciones que controlaban el lujo en el vestir respondían no sólo al deseo de respetar una cierta modestia cristiana
La sociedad colonial estaba formada por poco más de 18 millones de personas, dividida en tres grupos bien diferenciados:
- Los blancos eran los españoles y sus descendientes criollos.
- Los indígenas eran libres y se los consideraba súbditos de la corona.
- Los negros eran esclavos traídos específicamente desde África para ese fin.
Debido a que los españoles llegaban solos, se produjo la unión entre hombres y mujeres de distintos grupos, que dieron lugar a la aparición de nuevas razas: mestizos, zambos y mulatos. La labor de todos los habitantes y sus relaciones definieron la sociedad cultural, religiosa y económica de la colonia.
La organización del trabajo en la época prehispánica estaba reglamentada o mejor dicho estructurada de acuerdo con sus necesidades; el trabajo agrícola, fue la base de su economía, era prioritaria y ésta se realizaba bajo la tenencia y trabajo colectivo de la tierra. De esta forma el trabajo era tomado con cierta satisfacción y sentido de responsabilidad, contribución y alegría. Este sistema se conoce como etapa de la comunidad primitiva; desarrollaron obras de infraestructura importantes para la agricultura, construyeron acueductos para la distribución de agua potable para la gran ciudad y otras zonas del Valle de Anáhuac y fuera de él, estas obras quedaron semiescondidas por el paso del tiempo. En la Europa, la situación de trabajo en masa o colectivo transitaba en condiciones de esclavitud.
No tardó mucho en que los españoles lograron influir en los tlatoanis para aprovecharse del trabajo indígena, en condiciones como las imperantes en algunas regiones de Europa, perdiendo con ello el sentido de contribución y la experiencia del trabajo colectivo gratificante; con la conquista, el trabajo perdió las categorías -sociales, morales y espirituales-, entrando a la categoría económica-física bajo la extrañeza de nuestros pueblos originarios, que estaban acostumbrados a sentir y ver el trabajo como un entretenimiento más. La esclavitud del trabajo indígena estaba regulada por las encomiendas, introducidas en los trabajos de la construcción y de la minería. En Tenochtitlán y Tlatelolco, la exigencia de mano de obra para la construcción de la ciudad fue de primer orden; en cuanto a la actividad minera esta se realizaba fuera del valle, pues en esta zona se carecía de metales preciosos.
El coatequitl en lengua náhuatl implicaba la división de tareas entre subdivisiones del calpulli, el tlatoani convocaba a los trabajadores para la realización de un trabajo, de inmediato el español entendía que se trataba de un llamamiento. Los tlamemes o cargadores surtían de mercancías a las comunidades prehispánicas ante la falta de vehículos o bestias de carga y, aun lo seguían haciendo después que los españoles introdujeran los animales de carga, mulas que jalaban una carreta para comunicar a las comunidades de la ciudad de México con las costas y, la venta de mercancías.
Algunas autoridades reales trataron de eliminar el trabajo no recompensado de las listas de los tributos (1549). Las leyes debían aplicarse tanto en las encomiendas como en los corregimientos, porque pensaron que la coacción era innecesaria y que los indígenas podían trabajar voluntariamente si se aportaba un salario. Las órdenes reales y reglamentos de los tributos en las encomiendas y corregimientos redujeron mínimamente parte del trabajo no remunerado. Aunque nunca lo erradicaron del todo.
clases y capas sociales en la época colonial. El presente informe se estudian las características de la estructura social de la colonia. Los
nombres que se le dieron a cada grupo humano de acuerdo a su color de piel; “la denominación racial”. Las oportunidades y desventajas que éstos tenían y su ubicación
angiográfica. Dentro de estos grupos el de mayor manifestación racial propia del periodo colonial fue el mestizaje, pero también existen otros como ser los criollos, mulatos y zambos; en el presente está detallado la mezcla que dio origen a cada grupo. La sociedad colonial se caracterizó por ser muy jerarquizada, la clase social más alta era la aristocracia. La administración colonial, era dirigida por el rey principalmente, y éste era representado en las colonias por virreyes y gobernadores; el virrey era el otro yo del rey, tenía que ser de familia noble y en su administración era jefe civil y militar; tanto él como el gobernador: vigilaban la administración en materias de gobierno, judiciales, militares, eclesiásticas y económicas.
Al final del proceso de conquista las poblaciones indígenas fueron sujetas al poder español de forma indiscriminada. Los diferentes grupos indígenas se vieron reducidos a su mínima expresión, si acaso no fueron aniquilados del todo, el choque entre Europa y América resultó nocivo para los naturales, quienes vieron destruidos su orden social, creencias, sentido de la justicia y, en algunos casos hasta su lengua. A manera de ejemplo, podemos citar que a mediados del siglo XVI… la población del centro y occidente de Guatemala disminuyó de 600,000 habitantes en el momento de la conquista a32,000 después de este proceso. CAPAS SOCIALES DURANTE LA COLONIA.
Mestizaje: la posición de cada clase social y de cada uno de sus distintos elementos.
El sistema político-administrativo que se estableció en América fue un modelo creado por España. Las instituciones clásicas del mundo español tendieron a mantener las características esenciales en estas nuevas tierras, aunque los criollos y peninsulares tendieron a transformarlas de acuerdo a su realidad.
El rey estuvo a la cabeza de toda la institucionalidad administrativa, jurídica y política. El Consejo de Indias gobernó América por orden real. Para poder controlar y fiscalizar América, la Corona creó, a medida que fue necesario, toda una institucionalidad, parte con residencia en España y parte en América.
La política administrativa fue creada durante la Colonia, época que sigue a la Conquista. A través de ella la población se dedicó a cultivar la tierra, a explotar los minerales, a la actividad comercial y a fortalecer el crecimiento de las ciudades. En virtud de ello surge la prosperidad que a su vez permite el desarrollo de la vida social y cultural.
El período colonial abarca, tanto en América Hispana como en Chile, aproximadamente, desde mediados del siglo XVI hasta los inicios del siglo XIX.
Los vínculos de América con España estuvieron regulados por instituciones que representaban la autoridad y el poder del rey en estas tierras, ya que ellas eran posesiones de la corona y no del pueblo o nación hispana. Así había quedado dispuesto en la Bula Papal Inter Caetera de 1493. Las Indias, como fueron llamadas, pasaron a constituir un bien público que los reyes no podían enajenar o vender, como podían hacerlo con sus otros reinos. Los monarcas se denominaban comúnmente como los reyes de España y de las Indias, para dejar establecida la diferencia entre la administración en territorio español y americano. Sus autoridades no estaban vinculadas entre sí y obedecían jerárquicamente a una sola autoridad que era la persona del rey.
Con la llegada de los españoles se acaba la vida tranquila y llena de abundancia de los indios americanos. Los conquistadores son seducidos por las riquezas indígenas y comienzan a presionar a los nativos para que muestren la procedencia del oro y sus adornos. Entonces comienza una verdadera carrera para encontrar metales preciosos lo que permitió a los españoles descubrir importantes yacimientos mineros, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XVI. Las minas de oro de Carabaya, Antioquia, Chocó, Popayán y Zaruma y las de plata de Taxco, Guanajuato, Zacatecas, Potosí o Castrovirreina dieron unguelco total a la economía de la época. Una verdadera fiebre por la riqueza fácil se apoderó de los europeos, cuyo principal lazo de unión con América será, en adelante, la producción minera y el comercio que se desarrolló en torno a ésta.
En un comienzo los conquistadores españoles menospreciaron la agricultura, dedicándose principalmente a la minería. Pero los centros mineros no podían subsistir sin agricultura y ganadería, pues debían resolver los problemas de alimentación y transporte. Así, en torno a las explotaciones mineras se establecieron haciendas y estancias, dirigidas a satisfacer las necesidades de la población minera. Desde la América indígena salían cargamentos a todo el mundo de numerosas especies vegetales: como el maíz, la papa, los frijoles, el cacao, la mandioca o yuca, el tabaco, la coca, los tomates, el maní, el aji, la vainilla, el algodón, el caucho, el maguey o pita, el guano, el índigo, numerosas frutas tropicales (piña, chirimoya, mango, ananá, guayaba, mamón, papaya, chirimoya) y plantas medicinales como la quina, coca, zarzaparrilla, liquidiámbar y distintos bálsamos.
Tercer semestre de contaduria publica y auditoria.
Lic. Elisa López
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